Según informa la web Debkafile, después de varios incidentes, en los que proyectiles de 130 mm disparados por grupos rebeldes sirios, en particular del Frente Al-Nusra, alcanzaron el enclave militar ruso de Khmeimin en Latakia, el Estado Mayor ruso ha decidido reforzar con artillería pesada su enclave en Siria.
Se informa que Rusia ha transferido dos tipos de sistemas de armamento pesado por vía marítima y aérea al frente de Latakia durante los últimos días.
En primer lugar, un conjunto de tres batallones de obuses autopropulsados 2S19 Msta-S se ha desplegado en Khmeimin y ya ha comenzado a atacar las líneas rebeldes y los centros de mando en la zona.
Este sistema de artillería pesada, capaz de disparar proyectiles de 152 mm con gran cadencia, ya fue ampliamente utilizado en campañas anteriores de Rusia contra los grupos terroristas islámicos, especialmente en la guerra de Rusia contra los rebeldes islámicos en Chechenia en la década de 1990.
El 2S19 Msta-S tiene el chasis modificado de un tanque T-80 y el motor diesel de un T-72. Es eficaz contra fortificaciones, así como contra militares y objetivos terroristas situados en zonas montañosas boscosas, exactamente el tipo de entorno geográfico en el que los rebeldes operan alrededor del área de Latakia.
También se espera que este obús autopropulsado resulte eficaz en las batallas que se libran en las montañas Qalamoun, con el fin de romper el punto muerto en el que las fuerzas iraníes, sirias, iraquíes y de Hezbollah se encuentran después de meses de esfuerzos por derribar los bastiones rebeldes.
Otro sistema de armamento pesado que Rusia ha trasladado a Siria en los últimos días es el lanzacohetes múltiple TOS-1 de 220 mm. Este sistema, que está montado sobre el chasis de un tanque T-72, se ha desplegado cerca de las ciudades sirias de Hama y Homs.
Según las fuentes israelíes, a pesar de que el presidente ruso, Vladimir Putin, y el ministro de Defensa, Serguei Shoigu siguen afirmando que las fuerzas rusas no participan en combates terrestres, la realidad es diferente y afirman que de hecho, la participación rusa en los combates terrestres, se está expandiendo.
El 22 de octubre, también informamos de los sistemas de guerra electrónica rusos en Siria, que también han sido confirmados oficialmente tras el derribo del Su-24.
El 21 de septiembre, informamos de que Rusia podría haber desplegado sistemas de misiles S-300 en Siria, algo que también informamos en el Microlector el 6 de noviembre y en 13 de noviembre, informando de que Rusia había desplegado sistemas S-400.
Todas estas noticias fueron desmentidas rotundamente por fuentes rusas en su momento y ahora, semanas después de dichos desmentidos, se confirman como ciertas, aunque para su confirmación haya sido necesario el pretexto del derribo del Su-24.
Como vemos, continuamente se repite el mismo patrón: aparecen informaciones en forma de rumor, que son automáticamente desmentidas por el Kremlin….hasta que pocas semanas después, misteriosamente, se materializan como una realidad tangible y oficial. Y en el caso contrario, cuando se hace referencia a EEUU, sucede lo mismo.
Lo único que queremos decir con todo esto es que en la guerra y en la política, TODO EL MUNDO MIENTE. Y es lo más lógico del mundo, porque todos intentan ocultar sus cartas durante la partida. Por lo tanto, toda la información, provenga de donde provenga, resulta útil si se tiene el adecuado nivel de prevención y se deja un espacio para la duda y el análisis crítico, puesto que en estos ámbitos, toda información tiene un objetivo propagandístico.
Ahora, no podemos confirmar que Rusia esté participando activamente en operaciones terrestres en Siria…pero vistos los precedentes, no sería extraño que a principios de año estuviéramos confirmando la presencia directa de tropas rusas sobre el terreno, algo que de ser así, indicaría que la participación rusa se ampliaría aún más.
Veremos cómo se desarrollan los acontecimientos…
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