MI CAUSA ES LA CAUSA JUSTA

domingo, 31 de agosto de 2014

Junto al G77 + China se planteará un proyecto para la reestructuración de deudas



El planteo será efectivo el 9 de septiembre. El anuncio fue realizado por el canciller, Héctor Timerman, y el ministro de Economía, Axel Kicillof, en una conferencia de prensa en Casa de Gobierno. Timerman aclaró que de ser votada la redacción de la convención se lograría en menos de un año.
El canciller, Héctor Timerman, junto al ministro de Economía, Axel Kicillof, anunció que el G77 + China presentó un proyecto ante la ONU para la redacción de una convención internacional titulada “Convención Multilateral para establecer un marco jurídico regulador de los procesos de reestructuración de las deudas soberanas” para aumentar la “eficiencia y previsibilidad” de esas negociaciones así como la estabilidad económica de los países involucrados.
El canciller indicó que la propuesta será elaborada por la Argentina y entregada “antes de fin de año”. El proyecto será presentado en la Asamblea General que realizará el próximo 9 de septiembre y prometió que en caso de lograr un voto favorable la convención debería ser escrita en menos de un año. Será “la Ley de Quiebras que le hace falta a los países”, afirmó el canciller.
Recalcó Timerman que si bien desde 2003 varios países vienen solicitando un marco de estas características pero que por las trabas que imponen otras naciones no se ha podido, pero que en esta oportunidad, a partir del caso argentino, la situación ha cambiado y más de “130 países han solicitado la necesidad de resolver los vacíos legales que existen”.
“En menos de un año, la Argentina le habrá dado al mundo una forma de resover de forma justa y equitativa en base a lo que resuelvan todos los Estados” se podrá alcanzar una solución para los casos de reclamos en las reestructuraciones de deudas soberanas y “y que no se vean afectados por un grupo de empresas o fondos buitres”.
Timerman detalló que “en este momento suman 55 billones de dólares los que son parte de la deuda internacional”, un monto que es “tres veces más grande que el PBI de los Estados Unidos” y precisó que es esa suma la que puede correr la misma suerte que la Argentina y el reclamo de los fondos buitre.
Con la elaboración de esta convención se pretende “establecer reglas que resuelven de forma pacífica los conflictos de todos los países a tal punto que la Convención del Mar fue la que creo el Tribunal del Mar que fue la que resolvió el problema con la fragata Libertad”.
“La Argentina tiene una larga tradición en la redaciión de convenciones internacionales”, señaló el canciller y enumeró los últimos aportes como la Convención sobre la Protección de las personas en situación de desaparición forzada, la Convención derechos de personas con discapacidad. “Todas estas convenciones vinieron a resolver el vacío que había”, concluyó.
Por su parte, el ministro de Economía Axel Kicillof, sostuvo que si la ONU aprueba la convención, deberá ser aplicada incluso a la decisión ya tomada por el juez norteamericano Thomas Griesa. Se busca un “nunca más” para acciones como las tomadas por la justicia norteamericana en el caso argentino, agregó el ministro de Economía.
“No queremos ser un ejemplo de estudio, queremos que esta convención llame a la lógica y que lo que resuelva se aplique también al juez Griesa” y recalcó que se demostrará que “este es un problema internacional” y que merece ser resuelto.
El titular de la cartera económica alentó a que “los países de Europa y los Estados Unidos” se sumen a la iniciativa.
Respecto al planteo realizado por IGMA “una asociación de bancos internacionales integrada por 457 bancos de todos el mundo” dijo que el caso argentino dejó claro que se debe “cambiar la cláusula de acción colectiva de los títulos de deuda de todos los países”.
Ante las consultas períodísticas el canciller Timerman señaló que “si los Estados Unidos no acepta la convención que eventualmente apruebe la ONU, creará un serio daño a su credibilidad como sede financiera”.

“Nunca esperé tanto por el beso de una mujer como lo hice ahora”





 Don Ángel Vicente Garay, o “Vichi”, como lo conocen sus familiares y amigos, es un jubilado de 90 años que tuvo la oportunidad de conocer en persona nada más y nada menos que a la presidenta de la Nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner.

 Durante la visita de la primera mandataria a la provincia el último martes, “Vichi” pudo manifestarle en persona toda su admiración y el cariño que le tiene, “porque creo que es una persona muy inteligente”, resaltó Don Ángel. “Ella, cuando me vio, me dijo: ‘Hola Don Ángel, que gusto conocerlo”.

 Ya sabía quien era yo; fue una de las mayores alegrías de mi vida”, aseguró. Comentan los familiares del hombre que, en la oportunidad, éste le dijo a la titular del Ejecutivo Nacional: “Nunca esperé tanto por el beso de una mujer como lo hice ahora”. “Quedó como una anécdota risueña. Él siempre fue una persona con un gran sentido del humor”, expresó su hijo “Lito” Garay.

 Cabe destacar que el encuentro pudo llevarse a cabo por intermedio del Gobierno de la Provincia, cuyas autoridades estuvieron a cargo de trasladar a este vecino bandeño, porque él les comunicó que “no quisiera partir de este mundo sin conocerla” (sic).

 “Yo estaba desilusionado de la política hasta que apareció Néstor Kirchner. Pero el Gobierno de esta mujer es el mejor que vi en mis 90 años”, concluyó emocionado.

sábado, 30 de agosto de 2014

ORGULLO ARGENTINO


El pasado 27 de junio se concluyó exitosamente la revisión de pre–embarque del satélite ARSAT-1, primer satélite de telecomunicaciones íntegramente fabricado en Argentina, quedando en condiciones de ser trasladado a fines de agosto a Kourou, en la Guayana Francesa, donde será colocado en el Cohete Ariane V y puesto en órbita en la primera quincena de octubre de este año.
El proyecto ARSAT-1 fue desarrollado en el marco del Plan Satelital Argentino, que comprende el diseño, la construcción y operación de tres satélites geoestacionarios propios, y que fuera lanzado por el Presidente Kirchner en el año 2006 y ejecutado por el Ministerio de Planificación Federal a través de la empresa estatal AR-SAT.
Ahora se han culminado las fases de fabricación de componentes, integración y ensayos del satélite, que incluyó la finalización de una serie de ensayos funcionales en las instalaciones de INVAP y de ensayos ambientales en el Centro de Ensayos de Alta Tecnología (CEATSA) de las empresas ARSAT e INVAP localizado en San Carlos de Bariloche. El ARSAT-1 ofrecerá un amplio rango de servicios de telecomunicaciones, transmisión de datos de Internet, telefonía y televisión digital en todo el territorio argentino, alcanzando las bases Argentina en la Antártida y las zonas aisladas donde los operadores privados consideran económicamente no convenientes.
Con esta decidida política, la Argentina dio un gran paso hacia su soberanía satelital, ingresando al club de los ocho países que desarrollan satélites de telecomunicaciones en el mundo, y tendrá en órbita desde octubre el primer aparato de telecomunicaciones de industria completamente nacional, y además, será el único país latinoamericano y del hemisferio sur en desarrollar localmente esta tecnología aeroespacial.
La inversión total para el ARSAT- 1 es de 1.121 millones de pesos y se le suman al ARSAT-1 los satélites ARSAT-2 y ARSAT-3. Por su parte, el satélite ARSAT-2 representa una inversión de 904 millones de pesos y sumará capacidad de transmitir señales de televisión a proveedores de toda América, se está finalizando su integración y los ensayos para el lanzamiento serán en Agosto. Se estima que será lanzado a mediados de 2015.
Por otro lado, el ARSAT- 3 permitirá mejorar la conexión de internet satelital en toda la Argentina continental con la incorporación de nuevas bandas y representa una inversión de 837 millones de pesos.
Actualmente se ha iniciado el diseño y la ingeniería del mismo. El Plan Satelital está íntimamente ligado a otras políticas del Estado Nacional como la Televisión Digital (TDA) ya que le brindará señales a las estaciones de transmisión, y asimismo brindará Internet satelital con banda ancha y televisión digital a las escuelas y hogares rurales, a la Antártida Argentina, y conectividad a las escuelas y centros de acceso a la información para el funcionamiento de los Planes Argentina Conectada y Conectar Igualdad.
Asimismo, la puesta en órbita de este satélite permitirá preservar la soberanía de las órbitas 72°y 81°, con probabilidades de ser ocupada por Países Bajos o Inglaterra sino se ocupa con el satélite propio, y permitirá lograr la soberanía tecnológica y de la información junto al desarrollo industrial nacional con alto valor agregado y en un futuro alcanzar la capacidad de fabricar satélites para exportación.
En términos económicos también brindará importantes beneficios y grandes oportunidades. Considerando la facturación de servicios de televisión, telefonía y datos, tanto a exportase a la región como a ser destinados al territorio argentino, y sumando la sustitución de gastos de satélite que Argentina realiza, el ahorro para el país será de 80 millones de dólares anuales.
A nivel mundial, de acuerdo a los informes de la Asociación de la Industria Satelital de Estados Unidos, los retornos de la industria satelital han crecido más de un 35% en los últimos 5 años generando ingresos superiores a los 195.000 millones de dólares.
Entre los rubros que componen dicha industria, se destaca el de consumo de servicios (Internet, TV, y Telefonía) generando ingresos superiores a los 98.000 millones de dólares.
En este contexto, Argentina gracias al ambicioso proyecto iniciado por el Estado Nacional a través del Ministerio de Planificación Federal, ocupa ahora un lugar de privilegio junto a los 8 países que poseen programas de desarrollo satelital.


El fracaso del paro de Moyano, Barrionuevo y Clarín

Tomada aseguró que "la gran mayoría de los argentinos ha concurrido a trabajar". La medida no contó con el apoyo de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), ni de la mayoría de los delegados del subte. La metodología de los cortes con violencia, volvió a ser el camino que eligieron los sindicalistas con el apoyo de la izquierda. Mirá el informe que preparó 678.



La huelga promovida por los secretarios generales de la CGT opositora de Hugo Moyano, Luis Barrionuevo; y de la CTA opositora, Pablo Micheli; fue evaluada por el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, quien aseguró que "la gran mayoría de los argentinos ha concurrido a trabajar" por lo que "no se puede decir que lo que hoy ocurrió sea un paro general".

El cese parcial de actividades no contó con la adhesión de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) ni con la mayoría de los delegados del subte, por lo que el servicio de transporte público de la ciudad de Buenos Aires tuvo un servicio prácticamente normal de colectivos y subterráneos.

Los trenes no funcionaron por el paro de los maquinistas y algunas de las nuevas formaciones del ferrocarril Sarmiento sufrieron ataques, en una clara agresión al Gobierno.

Como en abril, los piquetes de los partidos de izquierda apoyaron las intenciones desestabilizadoras de Moyano y compañía: en horas de la mañana los principales ingresos a los grandes centros metropolitanos se vieron complicados.

Mientras que el titular del gremio de Camioneros, se desentendía de los cortes, se vieron integrantes del Sindicato de Camioneros en seis provincias, también protagonizaron aprietes a comercios que no adhirieron a la medida de fuerza.



viernes, 29 de agosto de 2014

El caso argentino hará modificar las reestructuraciones de deudas en otros países

La Asociación Internacional de Mercados de Capitales anunció cambios para las reestructuraciones de deuda en el futuro, tomando como ejemplo el caso argentino, para que una minoría de acreedores no pueda volver a bloquear los acuerdos


El caso argentino con los fondos buitre tomó tanta relevancia internacional que ahora los mercados externos buscan obstaculizar cualquier tipo de artimañas que puedan llevar adelante los holdouts en el futuro con reestructuraciones de deuda.


Por eso, la Asociación Internacional de Mercados de Capitales (ICMA) anunció, este viernes, cambios y nuevas reglas para que este grupo minoritario de buitres no puedan volver a bloquear un acuerdo lícito como el que hizo la Argentina con más del 90% de los tenedores de deuda.


Los nuevos términos se implementarán sobre  las cláusulas de acción colectiva (CAC) y la cláusula pari passu, con el fin de que el acuerdo de la mayoría de los tenedores de bonos sean vinculantes para todos.


Según expresaron desde la asociación católica Jubileo USA el plan del ICMA busca reducir "la capacidad de los acreedores-holdouts, de litigar y socavar las reestructuraciones de deuda" futuras.


De esta manera, se intenta fomentar el "uso de las cláusulas del contrato para obligar a todos los tenedores de bonos de las reestructuraciones de deuda que acepten lo que acuerde el 75%".


ICMA es una asociación compuesta por 460 miembros localizados en 53 países, pero con bases en Suiza y oficinas en Londres, París y Hong Kong. Nuclea a bancos e inversores de todo el mundo.





Cavallo y su rol en la estatización de la deuda privada en la dictadura



Mañana se cumplirán exactamente 30 años desde el día en que Domingo Felipe Cavallo asumió la presidencia del Banco Central de la República Argentina (BCRA), el 2 de julio de 1982, durante la dictadura que encabezaba Reynaldo Bignone. Por su desempeño en ese cargo, Cavallo es señalado como responsable, junto con otros funcionarios, de una de las mayores tragedias económicas de la historia nacional: la estatización de la deuda externa privada. Es decir, el traspaso a las arcas del Estado de pasivos contraídos por empresas nacionales y extranjeras, con el objetivo de beneficiar a grandes corporaciones y grupos económicos que, hasta hoy y pese a la intervención de la justicia, no fueron llamados para dar explicaciones en los Tribunales.
Muchos economistas lo definieron, con ironía, como “el mayor acto de socialización” que haya ocurrido en la Argentina. Y fue, también, una muestra clara del fuerte componente cívico-militar que caracterizó a los años de plomo.
De acuerdo con los documentos a los que accedió Tiempo Argentino, gracias a la estatización de la deuda privada fueron beneficiadas más de 70 empresas. Entre las firmas nacionales más importantes se encuentran Sevel, por entonces, del Grupo Macri; Acindar, del ex ministro de Economía Alfredo Martínez de Hoz; Loma Negra, de los Fortabat; y Compañía Naviera, de la familia Pérez Companc. También hay corporaciones extranjeras, como Techint, IBM, Ford y Fiat. Y, por supuesto, el listado incluye al sector financiero: Banco Río, Francés, Citybank y Supervielle, entre otros (ver listado).
A fines del ’83, el perjuicio para el Estado se estimó en 23 mil millones de dólares: más de la mitad de la deuda externa de esos años, que alcanzaba los 45.100 millones de dólares. “Fue una de las mayores estafas al pueblo argentino. El Estado fue usado para negocios privados y para innumerable cantidad de operaciones turbias”, aseguró a este diario uno de los más rigurosos investigadores del tema, el ex diputado nacional Mario Cafiero.
Pero, ¿cómo fue posible que estos privados transfirieran sus pasivos en el exterior a las cuentas públicas? Según el historiador Alejandro Olmos Gaona, que demandó a un centenar de firmas favorecidas con la estatización de sus deudas en dictadura, la respuesta está en los llamados seguros de cambio. “Permitían que una empresa se endeudara con el exterior a un dólar uno a uno. Cuando el dólar subía y la empresa debía pagar su deuda, el Estado se hacía cargo de la diferencia”, explicó Olmos Gaona (ver recuadro).
Los seguros de cambio se implementaron en 1981, cuando Jorge Rafael Videla fue remplazado por Roberto Viola al frente de la Junta Militar, y Martínez de Hoz abandonó el Ministerio de Economía. Viola colocó a Lorenzo Sigaut en el Palacio de Hacienda y el Banco Central quedó a cargo de Egidio Ianella. El 5 de junio de ese año, el BCRA aplicó el primer seguro de cambio, que inició un breve periplo hacia la estatización, lisa y llana, de la deuda externa privada.
Mediante este régimen, el BCRA les garantizó a estos deudores el tipo de cambio vigente en aquel momento, con el objetivo de protegerlos en caso de que hubiera una devaluación que incrementara el valor de estos pasivos. Eso, justamente, fue lo que sucedió.
“El tipo de cambio aumentó diez veces en un año, con lo cual el Central le cobró a los privados en pesos y a la tasa inicial, lo que produjo un descomunal subsidio estatal para los deudores externos privados. Fue una estafa, pero una estafa legal”, sostuvo el historiador y economista Eduardo Basualdo, autor del libro Deuda externa y poder económico en la Argentina. A los pocos días, a esta contribución indirecta se sumó una de tipo directo. El 10 de junio de 1981, con la firma de Ianella, el BCRA dispuso un subsidio a los deudores privados de U$S 0,23 por cada dólar de deuda.
Un año después, luego de la Guerra de Malvinas, Bignone asumió la conducción de la cúpula militar. José María Dagnino Pastore remplazó a Sigaut en Economía, y Cavallo desembarcó en el Central, tras la salida de Ianella. Como vicepresidente de esa entidad fue designado Rodolfo Clutterbuck, dueño de la empresa Alpargatas SA, una de las beneficiadas por la estatización de los pasivos.
Cavallo estuvo sólo 59 días en el cargo, pero le bastó para modificar el régimen de seguros de cambio, con el fin de “mejorar el perfil de la deuda financiera externa privada a la vez que procurar atenuar los perjuicios que provocaron a prestatarios locales”, sostuvo el ex ministro. Sin embargo, Basualdo remarcó que este nuevo mecanismo “no anuló el anterior, sino que fue otra alternativa para los deudores externos privados.”
El economista Gonzalo Guilardes explicó didácticamente la medida dispuesta por Cavallo: “Le aseguraba a las empresas privadas endeudadas en dólares comprar un dólar más barato. Si esa moneda valía 100 y él se lo vendía a los endeudados a 50, ¿quién pagaba la diferencia? El Central. Fue una licuación del pasivo de los privados a costa del erario público.”
A pesar de las acusaciones en su contra, Cavallo niega toda responsabilidad e incluso se victimiza. En diálogo con Tiempo, el ex ministro de Economía de Carlos Menem y la Alianza sostuvo: “Es una verdadera infamia que se me siga atribuyendo la decisión de estatizar la deuda privada, porque yo no fui quien la decidió” (ver entrevista aparte).
Es cierto que la operación se concretó con su sucesor en el BCRA, Julio González del Solar, que el 17 de noviembre de 1982 dictó la Comunicación A251, titulada, sin eufemismos, “transformación de la deuda externa privada en deuda pública”. Pero el propio Cavallo admitió su responsabilidad en ese proceso en uno de sus libros. En la página 62 de Economía en tiempos de crisis, aseguró: “Cuando me acusan de haber echado sobre las espaldas de los ahorristas la deuda de las empresas, omiten decir que al menos yo lo hice uniformemente.” En la página 126, Cavallo habla de “la licuación de pasivos que dispuse, siendo presidente del Banco Central, entre julio y agosto de 1982”. Allí expone los seguros de cambios propuestos por su antecesor, Sigaut, y comenta: “Fueron mucho más generosos que los que reglamenté mediante la circular A137.” Y en la página 128 del mismo libro, sostiene: “El que soluciona el problema en general se arriesga a que lo acusen, como me ocurrió a mí, de ser responsable de todas las cosas malas.”
Pero el “problema en general” estuvo lejos de solucionarse. El mayor crecimiento de la deuda externa en dictadura se dio cuando se aplicó el régimen de seguros de cambio de Ianella y Cavallo. Sólo en ese período, la Argentina engrosó la cifra en 10 mil millones de dólares.
Pese al intento de Cavallo por desligarse, el juez Jorge Ballestero, que investigó en la causa Nº 14.467 el crecimiento de la deuda bajo el gobierno militar, determinó en un fallo del año 2000 que el pasivo del sector privado se hizo público a través de los mencionados seguros de cambio. “Empresas de significativa importancia y bancos privados endeudados con el exterior –sostiene el dictamen–, socializando costos, comprometieron todavía más los fondos públicos con el servicio de la deuda externa a través de la instrumentación del régimen de seguros de cambio.”
Además, el juez determinó que en muchos casos las empresas ni siquiera pagaron los créditos obtenidos, que debían ser abonados al Estado. Sin embargo, los funcionarios estatales jamás reclamaron ese dinero. Así, según las pericias, “con fondos del Tesoro Nacional se cancelaron obligaciones de varias empresas privadas en distintas monedas”, pero ni el BCRA ni el Banco Nacional de Desarrollo “iniciaron actuaciones judiciales para el recupero de las sumas”. 
Por si fuera poco, en el listado de compañías favorecidas aparecen algunas asociadas a la Fundación Mediterránea, un think tank liberal nacido al calor del menemismo, que tuvo a Cavallo entre sus fundadores. Algunas de esas firmas son Alto Paraná SA, Sevel, Astra, Pérez Companc, Banco Galicia, Banco Francés, Grupo SADE, IBM, Industrias Metalúrgicas Pescarmona, Banco Supervielle y Fiat. A fines del ’83, estas once corporaciones sumaban un total de 1779 millones de dólares de deuda.
“Este gran negociado lo manejó Cavallo, que en un tiempo muy breve produjo una transferencia de riqueza monumental hacia los empresarios”, aseguró Cafiero, quien a través de sus trabajos pudo establecer que “muchos de los préstamos que se efectuaron, en realidad, eran autopréstamos hechos por las empresas deudoras”. En ese sentido, Olmos Gaona agregó: “Con los seguros de cambio, las firmas privadas comenzaron a endeudarse ficticiamente para hacer un gran negocio.”
Así, el empresariado no sólo fue favorecido con lo dispuesto por el BCRA, sino también con los escasos controles sobre la actividad financiera. El juez Ballestero detectó infracciones a la ley penal cambiaria, confusión entre deudor y acreedor, sumas no ingresadas al país, anomalías en la concertación de seguros de cambio, aportes de capital encubiertos como préstamos financieros, subfacturaciones y autopréstamos.
Entre las entidades acusadas de realizar esta última maniobra estaban Cargill, Selva Oil, Sideco Americana, Socma, Suchard Argentina, Celulosa Jujuy, Ford Motors Argentina, Sudamtex, Textil Sudamericana y Renault.
Otras irregularidades fueron atribuidas a Cementos NOA SA que, de acuerdo con la causa, de los 50 millones de dólares que acusaba en concepto de deuda con bancos en el exterior, “sólo ingresaron al país 6.169.086, es decir el 12,20%, entregado por el Banco Exterior de España para la compra de maquinarias. El resto adeudado, más de 44 millones de dólares, jamás ingresó y debió ser asumido por el Estado.”
Pese a los intentos por condenar a los responsables de esta gran estafa, la causa judicial se cerró en 2000, sin condenas. Apenas hubo, por un tiempo, un procesado: Martínez de Hoz. Después de su contundente fallo, Ballesteros se limitó a enviar una recomendación al Congreso de la Nación para que determine a los posibles culpables, algo que nunca sucedió.
A fines de 2011, en el marco de un nuevo expediente abierto en 2005, el fiscal Federico Delgado presentó un escrito para volver a investigar la estatización de la deuda privada “en la que habría intervenido el entonces titular del Banco Central y luego ministro de Economía menemista y de la Alianza, Domingo Cavallo”.
Delgado señaló, además, que los privados “se beneficiaron progresivamente con los regímenes de seguros de cambio instaurados, a partir de 1981, por el BCRA”. El fiscal planteó la evaluación del inicio de acciones de reparación no sólo contra funcionarios públicos sino también contra empresas.
Hasta ahora, este pedido no tuvo ninguna respuesta, y de esa forma, a los millones estatizados por la dictadura, se sigue sumando otra deuda: la de la justicia.<