Shaima al-Sabbagh, una conocida activista egipcia fue acribillada el pasado sábado por un supuesto agente de la policía con pasamontañas cuando se encontraba en las inmediaciones de la simbólica plaza de Tahrir protestando pacíficamente bajo el lema "Pan, libertad y justicia social".
El 25 de enero del año 2011 cientos de miles de egipcios salieron a las calles de El Cairo protestando contra el gobierno en lo que sería la Primavera Árabe de Egipto, protestas que se alargaron durante 18 días. Cuatro años después de aquel levantamiento popular, Egipto sigue sin ser un país libre y democrático, y la represión policial ha acabado con la vida de más de cinco mil personas, a las que se une ahora Shaima al-Sabbagh. La activista fue acribillada a tiros el pasado sábado cuando se disponía a honrar pacíficamente a todos los que han perdido por la vida luchando por la libertad durante los útlimos cuatro años.
La joven fallecida de 31 años de edad y madre de un niño de cuatro, llegó al El Cairo desde Alejandría pocas horas antes de su uerte. Shaima, junto a un grupo de activistas, se acercó a las inmediaciones de la plaza Tahrir sosteniendo un cartel que mostraba el lema “Pan, libertad y justicia social” junto a coronas de flores con las que pretendían homenajear a las víctimas del sistema represivo.
El triste y fatídico momento llegó cuando un supuesto agente de la policía tapado con un pasamontañas y un casco reglementario disparó contra la multitud con una escopeta de perdigones. Varios de estos perdigones alcanzaron a Shaima en el cuerpo y en la cabeza haciéndola caer sobre los brazos del abogado Sayyed Abu el-Ela, que la trasladó hasta un hospital de la capital egipcia donde certificaron la muerte de la activista.
Ante la ola de acusaciones, la policía ha negado cualquier implicación: “no se utilizo ningún arma, ya sean rifles o de perdigones. Sí que hubo balas de goma. Era una pequeña protesta que no requería el uso de tales armas pero sí de gas lacrimógeno“, declaró Abdel Fattah Osman, funcionario del Ministerio del Interior. Desde su página de Facebook, el ministerio ha insinuado que seguidores de los Hermanos Musulmanes podrían estar detrás de los tristes acontecimientos.
Aún no está clara la autoría de lo sucedido, y seguramente no lo llegue a estar nunca. Lo único cierto de todo esto es que unos perdigones fueron usados para silenciar a Shaima al-Sabbagh, una activista de 31 años que luchaba pacíficamene por defender sus ideales y por construir un futuro mejor para su hijo de cuatro años.
Tristemente la activista líder de la Alianza Popular Socialista no es la única víctima que ha perdido la vida estos días en Egipto. Al menos 15 personas han fallecido en distintas manifestaciones celebradas en El Cairo, Alejadría y Beheira para conmemorar el cuarto aniversario de las revuletas contra Mubarak. Manifestaciones que han sido duramente reprimidas por las fuerzas del orden.
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