Pablo Garcete, de 71 años, se ha crucificado frente a la Embajada de Brasil en Paraguay parareclamar un pago de forma retroactiva a la empresa paraguayo-brasileña Itaipú, informaUnivision.
Garcete se une así a otras cuatro personas que exigen sus derechos laborales clavadas a un madero desde mediados de diciembre. Los exempleados afirman que les correspondíanbeneficios por alimentación, antigüedad laboral y productividad que solo recibieron los obreros brasileños.
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