La guerra contra Rusia y China es inminente si Obama no es destituido, afirma el analista Mike Billington, argumentando que los oligarcas financieros occidentales tienen como objetivo detener el progreso de los BRICS.
"La guerra contra Rusia y China va a comenzar muy pronto, incluso de manera inminente, si Obama no es destituido inmediatamente", afirma Mike Billington, analista de la revista semanal asiática 'Executive Intelligence', en una entrevista concedida al canal iraní Press TV.
Para Billington, lo que estamos viendo es solo un elemento más de "la creciente demonización de Putin", bajo la que se escudan las autoridades que apostaron por la guerra. "Después de las elecciones parlamentarias ucranianas celebradas la semana pasada, Poroshenko anunció inmediatamente que él no acataría los términos de los acuerdos establecidos previamente en Minsk y la tregua. También cambió su decisión de retirar las tropas", añade.
En cuanto a las pautas de actuación estadounidenses actuales, afirmó que "lo que está ocurriendo ahora no tiene que ver con Ucrania", sino que se trata de los intentos desesperados por parte de la comunidad financiera de Londres y Nueva York de no darle a China, Rusia, India y otros países BRICS la posibilidad de crear una alternativa propia al corrupto sistema financiero occidental.
Por último, y refiriéndose a los beneficios que EE.UU. podría obtener provocando un enfrentamiento directo con Rusia y China, Billington lo vincula con el hecho de que el sistema financiero occidental esté en bancarrota. "Lo que sucedió la semana pasada es un colapso del sistema bancario. Incluso los propios banqueros advierten que los bancos están al borde de una crisis mucho más terrible que la producida en el año 2007. Y las comunidades financieras de Londres y Nueva York no están dispuestas a ver cómo el resto del mundo encuentra alternativas. Esto significa que están dispuestos a ir a la guerra si Rusia y China no se retiran, y ellas no están por la labor", explica.
Para Billington, lo que estamos viendo es solo un elemento más de "la creciente demonización de Putin", bajo la que se escudan las autoridades que apostaron por la guerra. "Después de las elecciones parlamentarias ucranianas celebradas la semana pasada, Poroshenko anunció inmediatamente que él no acataría los términos de los acuerdos establecidos previamente en Minsk y la tregua. También cambió su decisión de retirar las tropas", añade.
En cuanto a las pautas de actuación estadounidenses actuales, afirmó que "lo que está ocurriendo ahora no tiene que ver con Ucrania", sino que se trata de los intentos desesperados por parte de la comunidad financiera de Londres y Nueva York de no darle a China, Rusia, India y otros países BRICS la posibilidad de crear una alternativa propia al corrupto sistema financiero occidental.
Por último, y refiriéndose a los beneficios que EE.UU. podría obtener provocando un enfrentamiento directo con Rusia y China, Billington lo vincula con el hecho de que el sistema financiero occidental esté en bancarrota. "Lo que sucedió la semana pasada es un colapso del sistema bancario. Incluso los propios banqueros advierten que los bancos están al borde de una crisis mucho más terrible que la producida en el año 2007. Y las comunidades financieras de Londres y Nueva York no están dispuestas a ver cómo el resto del mundo encuentra alternativas. Esto significa que están dispuestos a ir a la guerra si Rusia y China no se retiran, y ellas no están por la labor", explica.
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