El principal impulsor es el diario más grande del planeta
El atentado a las Torres Gemelas marcó un antes y un después en la historia reciente de Estados Unidos. La “exitosa” operación para capturar al líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, también lo hizo en su momento. Sin embargo eso podría cambiar; la teoría deSeymour Hersh, uno de los periodistas más respetados del planeta, ganador del Premio Pulitzer y colaborador histórico del New York Times, echa por tierra la versión oficial que el gobierno estadounidense transmitió a la ciudadanía sobre la muerte de Bin Laden. El 21 de mayo, Hersh publicó en otro medio su polémico reportaje, pero ahora el NY-Times ha entendido el peso real de su investigación y lanzó un artículo, portada de su famosa revista, que admite que puede estar en lo cierto.
La cosa fue así: la administración de Obama se jactó de haber hecho un trabajo épico para capturar al hombre más buscado del mundo. Supuestamente la CIA junto con otras organizaciones secretas, desarrollaron un plan maestro para dar con el paradero del terrorista. El relato oficial no hace más que dar mérito y encumbrar la labor en política exterior del mandatario Norteamericano. Lo que afirma Hersh es que todo eso es una gran mentira, un mito que le da tintes heroicos exagerados a una historia que fue bastante simple: un informante paquistaní habría revelado la ubicación de Osama para cobrar la recompensa de 25 millones de dólares.
Hersh publicó su reportaje en el London Review of Books. Sus fuentes son un ex agente de la CIA y dos consultores que tuvieron acceso a la información. Él comenzó su investigación debido a lo inverosímil que le parecía la historia del gobierno. Hersh dice que no podía entender que desde La Casa Blanca hubieran enviado a 23 militares en un helicóptero en una misión suicida para atrapar al tipo. Tampoco se entiende que la nave haya entrado en territorio paquistaní sin haber tenido ningún tipo de colaboración con el gobierno local (como se dice en la versión difundida por los organismos nacionales y que fue reproducida en una película nominada al Oscar en 2012), siendo uno de los territorios más vigilados de la zona.
El periodista afirma que Estados Unidos mantenía un diálogo con el gobierno paquistaní, quien tenía a Bin Laden recluido en una casa bajo una especie de “arresto domiciliario”. Luego de tener la ubicación exacta gracias al informante, la administración de Obama habría presionado a las autoridades de Pakistán para que se les permitiera llevar a cabo la operación militar que los dejaría como héroes. Con esto, laCIA lograría volver a encumbrarse como uno de los organismos más eficientes del país, Obama subiría en popularidad (logrando su reelección), se justificaría la tortura de sospechosos (uno de los métodos con los que se habría logrado la extracción de información), y los norteamericanos podrían sentir un orgullo patrio y saciarían su sed de justicia.
Todo eso ocurrió, en su justa medida, pero ahora la versión de Seymour Hersh, que en su momentofue menospreciada y llevó a mucha gente a tildarlo de “loco”, está tomando más fuerza. Periodistas y gente importante del medio está poniéndose de su lado. Las versiones que se tomaban por ciertas están mostrando sus fisuras y las autoridades están haciendo malabares para intentar mantener su credibilidad. Y todo esto toma aún más fuerza con el reporaje del New York Times donde se confrontan ambas posturas y se le da el respeto que merece a la teoría del ganador del Pulitzer. Además de armar una portada que podría transformarse en un pedazo de historia.
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