martes, 29 de septiembre de 2015
La representación rusa en la ONU ha condenado la “falta de respeto” de Washington a Naciones Unidas al proponer celebrar una cumbre “antiterrorista” en Nueva York al margen de la Asamblea General.
“Esta iniciativa sabotea seriamente los esfuerzos de la ONU” (Organización de Naciones Unidas), ha denunciado este martes el embajador ruso ante el ente internacional, Vitali Churkin, en declaraciones recogidas por la agencia rusa Ria Novosti.
Rusia apenas enviará, por tanto, un diplomático para “cubrir el evento”, al que la Casa Blanca ha reclamado que asistan representantes de 104 de países, además de organizaciones regionales, actores no gubernamentales y dirigentes religiosos.
“Creemos que hay que respetar las reglas, dentro del marco de la ONU. No sirve de nada ir en solitario y arrogarse las prerrogativas de la ONU”, ha recalcado Churkin en alusión al unilateralismo estadounidense.
El lunes, el representante ruso pidió una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) para luchar contra el grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe).
La cumbre, organizada por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, este martes en la ciudad del noreste de Estados Unidos, busca reactivar la “coalición” creada por Washington hace más de un año en nombre de la lucha contra la banda terrorista takfirí.
La “coalición” ha sido criticada en numerosas ocasiones por los Gobiernos de Siria e Irak por su ineficacia, cuando no por prestar ayuda a los terroristas a los que dice combatir, mediante entregas “accidentales” de armas, bombardeo de objetivos “erróneos” o simple inacción.
En semanas recientes, los rumores de un aumento de la presencia militar rusa en Siria —país con el que Moscú mantiene distintos acuerdos de cooperación bilateral— han producido alarma en las capitales occidentales y aliadas en la región.
Así, Francia —que mantiene una postura extremadamente belicosa hacia Siria desde el inicio de la crisis (2011)— comenzó el domingo a bombardear territorio sirio, en operaciones supuestamente dirigidas contra Daesh.
Al día siguiente, el presidente francés, François Hollande, anunció estar estudiando la posibilidad de crear una zona de exclusión aérea en el país árabe, injerencias que han suscitado las protestas del embajador de Siria ante la ONU, Bashar al-Yafari.
El Gobierno ruso mantiene, sin embargo, que es un error rechazar la cooperación con Damasco, cuando Moscú ha anunciado la puesta en marcha de un centro conjunto de planificación de operaciones contra Daesh entre Irak, Rusia, Irán y Siria, más los países que deseen sumarse.
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