En el marco de una charla debate sobre Deuda y Soberanía en América latina que se realizó anoche en el Salón Auditorio de la Cámara de Diputados, Toussaint, doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de Lieja (Bélgica) y de París VIII, expuso en un panel integrado también por los diputados Carlos Raimundi (Nuevo Encuentro) y Héctor Recalde (Frente para la Victoria).
En el comienzo de su disertación recordó a Alejandro Olmos, investigador de la deuda argentina en su carácter de ilegítima e ilegal.
"La deuda es ilegal y odiosa, porque fue contraída durante muchas décadas en nombre de políticas nefastas contrarias al interés de la mayoría del pueblo", aseveró el economista.
También destacó la aprobación de la creación de una Comisión Bicameral de investigación del origen de la deuda, aprobada hace un mes por el Congreso, aunque cuestionó el carácter confidencial que se le da a la investigación.
Para Toussaint, "es importante, vital, la participación ciudadana en el trabajo de auditoría" y "convocar a responsables y cómplices de actos institucionales por el tema de la deuda".
Hizo referencia al trabajo realizado en Ecuador para demostrar el alto grado de ilegitimidad de su deuda y enumeró las cuatro características que reúne la deuda argentina.
"Es ilegítima porque está construida contra los intereses generales del país; odiosa porque está hecha, en parte, por una régimen de facto o despótico; ilegal porque va en contra del derecho local o internacional vigente, e insostenible porque por estado de necesidad no se puede obligar a un país a pagar, si eso implica dejar de atender cuestiones esenciales como la seguridad interior, la paz social, la educación y la salud", analizó.
A su turno, Recalde dijo que "hay que destacar la decisión de la presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) de no pagar con el hambre del pueblo" y consideró que "detrás de todo esto hay un reacomodamiento del poder político mundial"
"Como lo dice la ley de pago soberano, la cancelación de la deuda debe ser justa, equitativa, legal y sustentable", agregó.
Por su parte, Raimundi remarcó que "Argentina desempeña un rol en el centro del poder financiero mundial con una dignidad muy grande por decisión de la presidenta de la Nación" y que "para sostener esto hay que tener un tejido social muy compacto".
Por último, la economista Fernanda Vallejos, también participante de la charla, sentenció: "No hay dudas de la ilegitimidad de la deuda, por su origen mismo".
"Estas deudas significan el sojuzgamientos de los pueblos que las sufrieron a partir de las políticas económicas de las dictaduras, que luego dejaron las puertas abiertas al neoliberalismo", señaló, para concluir que "el incremento de la deuda era insostenible e insustentable, y eso quedó demostrado con los hechos que se desencadenaron en 2001".
En el comienzo de su disertación recordó a Alejandro Olmos, investigador de la deuda argentina en su carácter de ilegítima e ilegal.
"La deuda es ilegal y odiosa, porque fue contraída durante muchas décadas en nombre de políticas nefastas contrarias al interés de la mayoría del pueblo", aseveró el economista.
También destacó la aprobación de la creación de una Comisión Bicameral de investigación del origen de la deuda, aprobada hace un mes por el Congreso, aunque cuestionó el carácter confidencial que se le da a la investigación.
Para Toussaint, "es importante, vital, la participación ciudadana en el trabajo de auditoría" y "convocar a responsables y cómplices de actos institucionales por el tema de la deuda".
Hizo referencia al trabajo realizado en Ecuador para demostrar el alto grado de ilegitimidad de su deuda y enumeró las cuatro características que reúne la deuda argentina.
"Es ilegítima porque está construida contra los intereses generales del país; odiosa porque está hecha, en parte, por una régimen de facto o despótico; ilegal porque va en contra del derecho local o internacional vigente, e insostenible porque por estado de necesidad no se puede obligar a un país a pagar, si eso implica dejar de atender cuestiones esenciales como la seguridad interior, la paz social, la educación y la salud", analizó.
A su turno, Recalde dijo que "hay que destacar la decisión de la presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) de no pagar con el hambre del pueblo" y consideró que "detrás de todo esto hay un reacomodamiento del poder político mundial"
"Como lo dice la ley de pago soberano, la cancelación de la deuda debe ser justa, equitativa, legal y sustentable", agregó.
Por su parte, Raimundi remarcó que "Argentina desempeña un rol en el centro del poder financiero mundial con una dignidad muy grande por decisión de la presidenta de la Nación" y que "para sostener esto hay que tener un tejido social muy compacto".
Por último, la economista Fernanda Vallejos, también participante de la charla, sentenció: "No hay dudas de la ilegitimidad de la deuda, por su origen mismo".
"Estas deudas significan el sojuzgamientos de los pueblos que las sufrieron a partir de las políticas económicas de las dictaduras, que luego dejaron las puertas abiertas al neoliberalismo", señaló, para concluir que "el incremento de la deuda era insostenible e insustentable, y eso quedó demostrado con los hechos que se desencadenaron en 2001".
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