Arabia Saudita se ha vuelto tranquilamente hacia el archienemigo Rusia en un intento de moderar la influencia regional deIrán y llegar a un compromiso sobre el programa nuclear de Teherán, han dicho a WND funcionarios de Defensa del Medio Oriente.
La decisión de Arabia ya ha dado lugar a la apertura de un diálogo por la puerta trasera entre los dos países para posiblemente forjar una nueva alianza, dijeron los funcionarios.
Las conversaciones pueden mostrar la desesperación de Arabia a la luz del acercamiento de la administración Obama hacia Irán, tal vez el mayor competidor de la Casa de los Saud por la influencia en el Medio Oriente y el Golfo Pérsico.
Ya, las cambiantes alianzas regionales estadounidenses han visto la relación militar entre Rusia y el desde hace mucho tiempo aliado de Estados Unidos, Egipto crecen cada vez más estrechas.
El gobierno de Obama ha sido frío con el gobierno laico, moderado del presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi, que derrocó a los Hermanos Musulmanes y a sus aliados islamistas liderados por Mohamed Morsi en 2013.
Desde el abandono estadounidense del régimen de Sisi, Egipto se ha acercado cada vez más a Rusia, como lo demuestra el acuerdo de $3.5 mil millones en armas entre El Cairo y Moscú que se firmó el año pasado.
A principios de este mes, el ministro de Defensa egipcio Sidqi Sobqi y el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, anunciaron en Moscú la expansión de la cooperación militar con Rusia, que al parecer incluirá un ejercicio naval conjunto histórico en el mar Mediterráneo.
La decisión de Arabia ya ha dado lugar a la apertura de un diálogo por la puerta trasera entre los dos países para posiblemente forjar una nueva alianza, dijeron los funcionarios.
Las conversaciones pueden mostrar la desesperación de Arabia a la luz del acercamiento de la administración Obama hacia Irán, tal vez el mayor competidor de la Casa de los Saud por la influencia en el Medio Oriente y el Golfo Pérsico.
Ya, las cambiantes alianzas regionales estadounidenses han visto la relación militar entre Rusia y el desde hace mucho tiempo aliado de Estados Unidos, Egipto crecen cada vez más estrechas.
El gobierno de Obama ha sido frío con el gobierno laico, moderado del presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi, que derrocó a los Hermanos Musulmanes y a sus aliados islamistas liderados por Mohamed Morsi en 2013.
Desde el abandono estadounidense del régimen de Sisi, Egipto se ha acercado cada vez más a Rusia, como lo demuestra el acuerdo de $3.5 mil millones en armas entre El Cairo y Moscú que se firmó el año pasado.
A principios de este mes, el ministro de Defensa egipcio Sidqi Sobqi y el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, anunciaron en Moscú la expansión de la cooperación militar con Rusia, que al parecer incluirá un ejercicio naval conjunto histórico en el mar Mediterráneo.
Además, los soldados y los oficiales egipcios según informes se entrenarán en las academias militares rusas, informó el Moscow Times.
Ahora la supuesta apertura de un nuevo diálogo entre Moscú y Riad parece seguir la tendencia de los antiguos aliados de Estados Unidos que se están alejando hacia el eje de influencia de Rusia.
Hay mucha mala sangre entre Arabia Saudita y Rusia. Los saudíes han estado apoyando a la insurgencia para atacar al régimen del presidente sirio, Bashar al-Assad, conocido por cooperar estrechamente con Moscú.
Moscú ha acusado a los saudíes de apoyar a los islamistas que operan en el Cáucaso, principalmenteChechenia, Daguestán e Ingushetia, como parte de una supuesta campaña de desestabilización.
Los rusos también han afirmado que los saudíes, en colaboración con Occidente, han estado tratando de bajar el precio del petróleo en un plan para dañar la economía rusa.
Las relaciones agrias se remontan a la época de la Guerra Fría, cuando los saudíes se pusieron del lado de los EE.UU. mediante el apoyo a los muyahidines ayudados por los americanos en Afganistán contra la invasión rusa allí.
Ahora la supuesta apertura de un nuevo diálogo entre Moscú y Riad parece seguir la tendencia de los antiguos aliados de Estados Unidos que se están alejando hacia el eje de influencia de Rusia.
Hay mucha mala sangre entre Arabia Saudita y Rusia. Los saudíes han estado apoyando a la insurgencia para atacar al régimen del presidente sirio, Bashar al-Assad, conocido por cooperar estrechamente con Moscú.
Moscú ha acusado a los saudíes de apoyar a los islamistas que operan en el Cáucaso, principalmenteChechenia, Daguestán e Ingushetia, como parte de una supuesta campaña de desestabilización.
Los rusos también han afirmado que los saudíes, en colaboración con Occidente, han estado tratando de bajar el precio del petróleo en un plan para dañar la economía rusa.
Las relaciones agrias se remontan a la época de la Guerra Fría, cuando los saudíes se pusieron del lado de los EE.UU. mediante el apoyo a los muyahidines ayudados por los americanos en Afganistán contra la invasión rusa allí.
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